En la Navidad, Revelation University celebra más que un nombre

Mateo 18: 21-23… “Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «La virgen concebirá y dará a luz un hijo y lo llamarán Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»)”

El nombre Jesús

Según el pasaje, el nombre Jesús no es un nombre cualquiera, sino una declaración que cumple un propósito importante: él salvará a su pueblo de sus pecados. Si traducimos el nombre en hebreo, es “Yeshua”, que significa “Jehová salva”. En el libro de Isaías 49:6 se anuncia que el niño que va a nacer en Mateo es el Salvador prometido. Jesús no es un nombre cualquiera, sino una declaración que cumple un propósito importante: él salvará a su pueblo de sus pecados. Esto nos lleva al corazón del evangelio: la obra soberana de Dios

redimiendo a los pecadores a través de la vida de Jesús. Jesús no vino para intentar salvar a su pueblo, sino que él salva a su pueblo, Juan 10:28-29… Así como cuando usted va a un médico, el doctor no se limita solo a ofrecer su ayuda, sino que actúa para sanarlo; Jesús no es solo una posibilidad para ser salvo, sino que él es el único Salvador que realiza la salvación de quienes el Padre le ha dado, 1 Tim 2:5…

Emanuel: Dios con nosotros.

Es importante que vean que el Salvador Jesús siempre fue anunciado en el A.T. El segundo nombre, Emanuel, revela quién es Jesús: no solo el Salvador prometido, sino Dios mismo hecho carne. En Mateo 1 el ángel del Señor repite las palabras que un día declaró Isaías 7:14… Esto cumple lo profetizado en Isaías y declara la verdad de la encarnación (el niño no fue engendrado por José y María sino concebido por el Espíritu Santo) Dios “encarnado” en hombre habitando entre su pueblo, Juan 1:14… En el niño, vemos la unión hipostática —dos naturalezas, divina y humana, en una sola persona. Esta verdad es la base sólida de nuestra fe y esperanza. Recordar lo que significa el nombre Emanuel (Dios con nosotros), especialmente en momentos de soledad o sufrimiento, nos dará la seguridad de que nunca estamos solos. No tenemos a un Dios distante, no servimos a un

Dios lejano, sino a uno presente, cercano y compasivo, Hebreos 4:15-16…

Alguien por curiosidad querrá saber: ¿Quién es el ángel del Señor? En el contexto del relato del nacimiento en Mateo, el ángel del Señor actúa como mensajero divino revelando la voluntad de Dios a José. En el Antiguo Testamento, “el ángel del Señor” a menudo aparece como una manifestación

teofánica, es decir, una aparición de Dios mismo en forma visible, prefigurando a Cristo (Éxodo 3:2; Jueces 6:11-14). Sin embargo, cuando leemos Mateo 1:20 observamos que es un ángel creado, portador de un mensaje celestial con autoridad divina. En el A.T. y N.T. Dios hablaba por medio de profetas y ángeles antes de completar su Revelación escrita, que es la Biblia. Ahora Dios habla por

intermedio de su Palabra inspirada en el evangelio de Jesucristo, que es guía y enseñanza suficiente y eficaz para la vida del creyente (Hebreos 1:1-2).

Nuestra esperanza viva y misión clara

Jesús, el que salva a su pueblo de sus pecados, sigue siendo Emanuel hoy, Dios con nosotros. Por eso, alabamos al Mediador perfecto. Convéncete de una vez que solo en Jesús hay verdadera esperanza en esta vida. Para todo pecador arrepentido, Jesús perdona hoy con la misma autoridad que vemos en los Evangelios mientras caminó en este mundo. Nuestra misión en Revelation University es proclamar el nombre de Jesús, que salva y da vida, y acompañar a nuestros estudiantes tanto en sus alegrías como en sus sufrimientos, en sus logros y en sus retos, reflejando en nosotros la presencia de Emanuel (Dios con nosotros).

Quiero cerrar con una síntesis de lo que Mateo 1:18-23 nos ha mostrado. Jesús es el Salvador que necesitábamos. Emanuel es la presencia que ansiábamos. En este tiempo de preparación navideña recordemos, reenfocados, que en Jesús se unen el cielo y la tierra, la misericordia y la verdad. No hay nombre más dulce ni esperanza más firme. Ahora que ya empezamos a experimentar el espíritu navideño, la familia, los regalos y todo lo que implica esta fecha en nuestros hogares y familias, no olvidemos que el propósito es recordar y celebrar la venida de Emmanuel a nuestras vidas. Dios está contigo, no estás olvidado. ¡Feliz Navidad 2025!

Karlos Palacios. M.A.

Profesor de Teología Sistemática

Revelation University